En medio de toda esta emergencia, Porter Novelli Perú ofrece detalles sobre la historia de Edid Chumacero Holguín, quien con 26 años y una hija, asume con responsabilidad y heroismo los riesgos de su profesión. Ella es natural de Pacaipampa, provincia de Ayabaca, licenciada en enfermería y actualmente cumple con el Servicio Rural y Marginal de Salud (Serums) del Ministerio de Salud de Perú.
Con su compañero caminaron más de una hora desde Pueblo Nuevo de Maray, donde se encuentra la posta médica más cercana, hasta Mambluque, caserío donde los esperaba una bebé de días de nacida y una madre que no podía cruzar vertientes peligrosas. Ellos sí. Y pasaron acequias, lodazales y senderos verdes y frescos. "Para ir a dicho caserío es una hora. Los ríos están aumentando, si llueve más fuerte nos quedaremos aislados, son varios ríos por cruzar para salir a Morropón", cuenta Edid.
Durante las últimas semanas, la sierra de Piura vive intensas lluvias de invierno, y por eso las quebradas y páramos del sur del Ecuador y las zonas altoandinas de Perú como Ayabaca, Morropón o Huancabamba se activan y alimentan las cuencas del Río Piura o Chira, que desembocan en el Oceáno Pacífico por Piura.Por ello, ante la falta de prevención en la costa, donde también llueve a mares, la incertidumbre y los trabajos de última hora son la tendencia ante posibles inundaciones. Hace 2 días, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) indicó que en la región Piura llovió en 5 horas lo que debió llover en 30 días.
Pero en la sierra peruana se tejen historias cotidianas como las de Edid Chumacero y su compañero Eugenio. "Como en todo sitio, los 'serumistas' como yo corremos muchos peligros día a día. Pero siempre damos lo mejor por el bienestar de la población que necesita de nosotros. Yo simplemente cumplo con mi labor. Empecé en mayo del 2018 con condición Serums, que es un año", explica la enfermera piurana.
Edid narra su experiencia como una situación normal, que no debería sorprender. Desde hace 10 meses realiza las mismas labores de visita, capacitación de padres y atenciones a pacientes en los caseríos cercanos a su posta en Pueblo Nuevo de Maray, que también sufrió filtraciones y averías y fueron los mismos trabajadores y vecinos que ayudaron en la reparación de este centro de salud en un rincón de la sierra de Piura.
"La señora se atiende ahí. Como nos enteramos que había dado a luz y no podía cruzar el río Pizcán, tuvimos que esperar que baje la creciente para poder ir, porque ella en sus condiciones no podía llegar al centro de salud con su recién nacido", sostiene Edid, quien pudo convertise en una víctima más de su trabajo al cruzar un río crecido, caminar bajo la lluvia y el agreste terreno.
Fuentes:
- Boletín Informativo N° 1337/ 16 de febrero de 2019: https://bit.ly/2EhNXs9